lunes, 6 de julio de 2009

algo más para disfrutar...

con los ojos y con el alma.



Icebergs en la Antartida!!! Espero que les guste-

Ed Motta: de Brasil pral Mundo

BODAS DE SANGRE. De Federico Garcia Lorca



Un hombre, un paisaje, un caballo, la luna..., y ahí aparecía un soneto, estallaba una metáfora y te lanzaba un verso rojo, dulce y frágil como una granada.


¿De donde miraba tanta piel de aceituna, tanto pérfil de moneda, tantos senos de duro estaño?. Yo quiero vivir en ese planeta donde viven los poetas (¡caramba una rima!). Yo miro el cielo y es azul, igual que el mar.


En cuatro palabras y un adjetivo, sin lucha, tan fácil como respirar, y te explicaba el mundo y su misterio. Se le escapaban de los labios, volaban al papel, tan inocente, y aparecía el amor, los celos, la locura, la pasión... Una mujer esperando, un jinete, la luna... el barco sobre la mar, el caballo en la montaña. Uno, en blanco, esperando la inspiración o al poeta.



¿Bodas de sangre? Sí. De Federico. Una mujer viuda que casa a su único hijo. Dura, fuerte, apasionada, con un cuchillo en el corazón. El hijo, dulce, enamorado, apasionado, con la navaja en el cinto. La novia, despechada, enamorada de otro, apasionada, con la muerte en los labios. El otro, despechado, enamorado, apasionado, con una faca en la mano... Se encuentran: despecho, amor, pasión, navajas... La poesía estallando, roja de sangre, blanca de luna, de piel aceituna (¡otra rima facilona!), la tragedia galopando en las bocas, en los besos, en los reproches, la muerte, la mar, el jinete... Ay, Federico, muerto, tan lleno de gracia y de duende. Yo, en blanco, y tú, verde que te quiero verde.