viernes, 1 de febrero de 2013

Alimentación saludable



Cómo descubrir si consumimos alimentos cancerígenos.
Según la Organización Mundial de la Salud, el 70% de los cánceres pueden ser prevenidos con simples cambios en la dieta y el estilo de vida.
Algunos de los elementos cancerígenos contienen ingredientes aditivos alimentarios y productos químicos usados para mejorar el sabor o para prolongar la vida del producto en las estanterías. Entre estos tóxicos figura la acrilamida, una sustancia contaminante que está presente en alimentos de gran consumo diario, tales como las patatas fritas, productos de bollería, diversas clases de harinas y otros con alto grado de hidratos de carbono. La clave para evitar los alimentos que causan cáncer es saber que ingredientes son cancerígenos y asegurarnos de leer siempre las etiquetas para poder evitar el consumo de dichos ingredientes.
El Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) aconseja evitar los alimentos que contienen los siguientes ingredientes en las etiquetas: sirope de maíz (alto en fructosa), azúcar, sacarosa, harina blanqueada enriquecida, arroz blanco, pasta blanca, pan blanco, y otros alimentos “blancos”.
Los alimentos más comunes cancerígenos son:
1)Las carnes procesadas y el bacon, por su contenido de nitrito de sodio y grasas saturadas. Aunque hoy en día el uso de refrigeración es mayormente lo que protege a los consumidores del botulismo y las bacterias, los fabricantes siguen añadiendo nitrito de sodio para hacer que la carne parezca rosada y fresca.
2)Las Patatas fritas, ya que bloquean las arterias con grasas saturadas y transgénicas, y además contienen acrilamidas. Las acrilamidas no son añadidas a los alimentos, se crean durante el proceso de freír y según diversos estudios, causan cáncer.
3)Papas, galletas saladas, cookies, por su contenido de harina blanca y azúcar, así como grasas transgénicas. Algunos fabricantes codifican estos ingredientes para engañar a los consumidores como esconden el Monosodio de Glutamato en el extracto de levadura, o trampeando con las porciones individuales, para poder decir que el alimento está libre de grasas transgénicas, incluso cuando sí las contiene.
4)Donuts o facturas, por su contenido de aceites hidrogenados, harina blanca, azúcar y archilamidas. Como el cáncer necesita un nivel alto de azúcar y bajos niveles de oxígeno, una persona con mucha grasa en la barriga que no puede dejar de comer esas galletas y pastelitos llenos de grasas transgénicas (y con mucha harina blanca y azúcares simples), presenta el ambiente ideal para el desarrollo del cáncer.
5)Perritos Calientes o Panchos, también por su contenido de nitrito de sodio. Durante el proceso de digestión, el nitrito de sodio se convierte en nitrosamina y ahí es donde comienzan los problemas con el cáncer. La nitrosamina es un carcinógeno, pero como no es técnicamente un ingrediente, su presencia puede ser fácilmente pasada por alto en el envase.
Consejos para reducir el riesgo de cáncer:
Comer alimentos no procesados o industriales.
Consumir alimentos que tengan omega 3 y otros ácidos grasos esenciales.
Comer muchas frutas y verduras con propiedades anti cancerígenas.
Hacer ejercicio regularmente, ya que los tumores no pueden prosperar en ambientes altamente oxigenados.
Mantener estables los niveles de azúcar, para no alimentar las células cancerígenas.
Consumir alimentos altos en vitamina C, un nutriente que impide la conversión del nitrito en nitrosamina y refuerza el sistema inmunitario.
Asegurarse de conseguir las cantidades adecuadas de la gran arma contra el cancer, la vitamina D, a través de la exposición controlada al sol (sobre 10 a 15 minutos cada día, si se tiene la piel clara, o hasta diez veces más si se tiene la piel oscura.)
Mantener un buen nivel de hidratación, para asegurarse de que el cuerpo se libera de las toxinas.
Evitar el tabaco y los cosméticos convencionales (asegurarse de que son de origen totalmente natural), ya que prácticamente todos contienen elementos químicos cancerígenos.